Tripulación

 Esta es mi tripulación habitual. Mar, Ignacio y Sofía.

Estos primeros cuatro años, con los niños tan pequeños, fundamentalmente hemos fondeado en varias playas tranquilas dentro de la bahía de Santander y dormido algunas veces en el Puntal. Ahora os contaré como nos las apañamos en un barco pequeño con dos niños muy pequeños y que a veces, parece un "saco de gatos".

LOS NIÑOS NO SE DUERMEN LA SIESTA, y menos todavía, los dos a la vez, por tanto, tampoco la duermes tu tampoco. Si vais con niños, olvidaros de echar una siestita después de comer. Sofía se queda más fácilmente dormida, pero Ignacio es más difícil. Les puedes entretener dentro, durante las horas de más calor, con una película de dibujos animados con un DVD portátil o un iPad. A partir de los tres años, se entretienen pintando o con algún juego de mesa como el dominó.

 Esta foto, no es que sea mentira, pero es extraordinaria, es más fácil alinear cinco planetas. 

En cuanto a equipamiento infantil, no debe faltar de nada, que tiene que estar permanentemente en el barco, pues más de una vez, nos hemos quedado sin ir a la playa, o hemos tenido volver a casa, porque faltaban potitos, toallitas, pañales o chupetes... 

Para refrescar a los niños, teníamos una bañera rígida que se llenaba de agua salada por la mañana, se dejaba calentar al sol y por la tarde les dábamos un baño. Luego, con la ducha solar, llena de agua dulce, que también se había estado calentando durante el día, les enjabonamos, aclaramos y se van duchados para casa.

Ignacio en la bañera (en la bañera), con Mar embarazada de Sofía.

Un cambio de pañales en Pedreña, mientras esperamos la marea para salir.

Durante los trayectos, los niños, que no saben nadar, si van fuera, con chaleco y sin salir de la bañera. A la proa solo van acompañados, y cuando estamos fondeados. Las navegaciones son a motor o a vela "suave", sólo con el génova y sin permitir que el barco escore mucho.

Algunas noches, que nos hemos quedado a dormir en la playa del Puntal o en la playa de Pedreña (si la marea lo permite), han dormido en la litera de proa, sin dar ninguna guerra. Como en casa, está la guardia de los madrugadores y la guardia de los dormilones.

Amanecer en el Puntal.

Cerezas

Por la tarde
Distancia: 5,5 Mn
Duración: 1h 56"
Avs: 2,8 knt
Max: 5,2 knt

Hoy hemos aprovechado el día. Viento NNE, salimos a las 12:30, enseguida desenrollamos el génova y fondeamos en el puntal, ahora que todavía se puede y hay sitio. Comimos, de postre las primeras cerezas de la temporada, y luego estrenamos este año la cocina con un café.

Por la tarde, a las 15:30, antes de regresar a Puertochico, nos dimos una vuelta a vela. Poco viento y poca ola fuera. Ignacio estuvo practicando con la escota de la mayor y Sofía se quedó dormida sentada.

Lo que más costó fue doblar Punta Rabiosa con la marea subiendo y poco viento.

Abordaje

10 de mayo de 2014
Distancia: 8,2 Mn
Duración: 2h 40"
Avs: 4,1 knt
Max: 5,6 knt

Hoy por fin he salido con un viejo amigo al que le debía una vuelta en el barco. A las 17:30, Ignacio y yo nos encontramos con Ismael en el malecón. Le enseñamos el barco y pronto salimos.

Cuando estaba saliendo por la canal central de Puerto Chico, me encuentro de frente a los J80 que regresaban de la regata de los sábados. Hacía viento W, y como van sin motor, venían ciñendo. Ya advertí el peligro, el motor al ralentí, muy despacio, y por la derecha del canal, pese a que los J80 no hacían más que dar bordadas de un lado al otro. Esquivé a los primeros, pero en un momento que iban más juntos, ocurrió lo inevitable, que si paso, que si viro, que si por babor, que si por estribor... abordaje. Le abordé a uno en la regala, con el canto de las chapas de las poleas del fondeo, en proa, como un espolón. Yo iba lento y parece que no le hice mucho daño. Cuando estimé que el patrón (M.V.) estaba ya en el Marítimo, le llamé por teléfono, para ponernos de acuerdo con el parte del seguro. Ya os contaré.

La tarde, por lo demás muy buena, estaba nublado y hacía un viento W suave, como veis en el track, salimos en popa, con la pleamar, hasta ver la playa de Mataleñas, nos dimos la vuelta y entramos con 11 viradas, ya que además, la marea estaba bajando.

Ismael e Ignacio