martes, 29 de diciembre de 2015

Hidroaviones en la bahía

Llevamos cuatro meses seguidos con vientos predominantes de sur, por tanto, sin una gota de lluvia. Estos últimos días, los incendios en la provincia se han multiplicado, sobre todo provocados. El pasado domingo 27 y ayer lunes han sido los días que más incendios ha habido. Ayer hizo tanto viento que los hidroaviones no pudieron volar,  pero el domingo estuvieron durante todo el día cogiendo agua de la bahía. 
El siguiente vídeo recoge uno de los hidroaviones al amanecer y otro a media mañana. Este último dio una pasada muy cerca del Club Marítimo y lo captó mi hermano Alvaro. A los pilotos se les veía perfectamente la cara. 

viernes, 18 de diciembre de 2015

Corrosión galvánica

El amantillo del tangón ahora
 en el palo.
Hoy en un rato antes de comer me he metido con algo de bricolaje. He colocado un clamcleat en el palo para el amantillo del tangón, que hasta ahora iba reenviado a un stoper en el piano, lo que creo que no es necesario porque para aparejar el tangón ya tienes que ir al palo y ya allí, es más cómodo izarlo y morder el amantillo en el palo.
El stoper del piano me lo guardo para el segundo rizo o para la driza del espi.













De paso, y con el taladro en la mano, he quitado el pinzote del tangón que presentaba signos de corrosión galvánica. 
La corrosión galvánica es un proceso electroquímico en el que los iones del metal menos noble (en este caso el aluminio del palo) que hace de ánodo, se desplazan hacia el metal más noble (el acero inoxidable del pinzote) que hace de cátodo. Traduciendo: el pinzote de acero "se come" la superficie del palo sobre la que se encuentra.
Un montón de restos de corrosión entre el pinzote y el palo.
¡Y valla si se lo ha comido! Quitado el pinzote y limpiado los residuos de la corrosión he visto un buen agujero, además de pérdida de sección, aunque no mucha, en toda la superficie del pinzote, los agujeros de los remaches agrandados que sujetarán poco el nuevo remache.

El palo ha perdido sección y se ha ganado algún agujero de más.
De momento he colocado de nuevo el pinzote, con remaches de acero inoxidable y una lámina impermeable de fibras, de las que se usan en construcción para las cubiertas, para desvincularlo del palo. En el futuro habrá que colocar una chapa de aluminio de refuerzo en el palo o tal vez un refuerzo de fibra de carbono. Consultaremos con algún experto. Otro día.
Así a quedado, no es que esté más seguro, pero por
lo menos he parado la corrosión.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Salida en solitario a las boyas meteorológicas

07 de diciembre de 2015
Distancia: 18,4 Mn
Duración: 4h 17´
Avs: 4,3 knt
Max: 7,2 knt

Este ha sido un objetivo que tenía marcado hace bastante, que hasta ahora no había alcanzado, por no poder hacer coincidir el tiempo disponible con el tiempo meteorológico adecuado. El objetivo era rodear las dos boyas meteorológicas que se encuentran frente a la playa de la Maruca, unas cuatro millas al oeste de Cabo Mayor.


El día propicio fue el pasado lunes 7 de diciembre, puente de la constitución y con una previsión de viento sur, de unos 15 nudos, sin embargo, mar de fondo de 2,1m. De hecho, y debido a las predicciones meteorológicas, el día anterior se celebró en la Maruca, la competición de surf de "La vaca gigante", por las olas que se forman en el Bajo de la Vaca.

Aparejé el barco y le coloqué la línea de vida, eso me llevó unos 45 minutos. A las 11:30 salí, de Puertochico. Como estaba de sur, la bahía estaba picada, así que sólo salí con el génova, hasta la altura de la Magdalena, donde hacía menos viento y ola y pude izar la mayor.

Sólo con el génova hasta la Magdalena.
Con el viento sur (que en realidad es SW), a un través, que luego se fue transformando en un descuartelar al pasar Cabo Mayor, fuimos a bastante buen ritmo. A la altura del bajo de la Vaca, se veían las olas romper en la costa y, aunque lo rodeé por el norte, se notó el aumento de la altura de la ola, y el viento que refrescó un poco. En las crestas de las olas el barco iba un poco forzado así que tomé un rizo y enrolle un poco el génova. 

Llegando a las balizas, resulto que en realidad sólo había una, en lugar de las dos previstas, sólo estaba la situada más al oeste. Ya en rumbo de ceñida y habiendo descendido un poco el viento, conseguí estabilizar el rumbo y amarrar la caña para comer sandwich. Tomar la baliza, me costó dos bordos, ya que al principio calculé mal y no me apetecía pasar demasiado ajustado al poste, del que colgaban algunos cables sueltos.


La baliza, es un poste, de unos 30m de altura, que recoge datos meteorológicos de viento y olas, que junto con otra de similares características frente a Santoña, se pueden consultar sus datos en el siguiente enlace: 



A la vuelta, de nuevo de través, se me rompió la rótula del cañín y me preparé un café, que con lo difícil que estaba hoy el día para estabilizar el rumbo, me costó más de cinco saltos de la cocina a la caña y de la caña a la cocina, además, me quedó tibio.



Al fondo, las olas rompiendo en la Maruca.
Ya entrando en Santander y recogiendo la cacea me dí cuenta que llevaba un buen rato arrastrando nada más que el hilo. En Puertochico, ya amarrado, recogí y le di un buen manguerazo al barco. Un día estupendo de navegación, además, con muy buena temperatura.