martes, 27 de septiembre de 2016

Isla de Santa Marina

Este domingo, con el grupo de Carpe Diem fuimos a la isla de Santa Marina, en la entrada de la bahía de Santander, es una isla privada, únicamente cubierta por monte bajo o matorral, rodeada de acantilados, con una pequeña playa en su extremo suroeste, en la que no desembarco desde que andábamos explorando la bahía con el bote de mi abuelo, hace ya muchísimos años.

Este día, eramos tres barcos, uno enorme, de 45 pies venía del puerto de Raos y dos que salíamos de Puertochico. En el Savreh venían dos chicos de 14 y 15 años, uno de ellos, en silla de ruedas, por lo que giramos al barco en el amarre, para que pudiese embarcar desde el pantalán por la popa. Fue el que se encargó de la caña.

La playa de los Tranquilos, frente a la isla de Santa Marina.

Hacía un día inestable, y probablemente nos íbamos a mojar, pero a pesar de las nubes y el poco y variable viento, llegamos a vela hasta la isla, allí en lugar de fondear, me amarré a la popa del velero de 45 pies, que para eso están los hermanos mayores, lo que pasa es que había poca corriente, los barcos no se separaban y estábamos constantemente a punto de golpearlo con la proa. 

Para evitarlo, largué un cubo por la popa a modo de ancla de capa. Eso hizo que el Savreh hiciese más resistencia a la corriente y quedase separado de la popa del barco al que estábamos amarrados.

Las olas rompiendo en las rocas de la isla de Santa Marina.

Los niños se bañaron e hicieron una ronda por todos los barcos, el agua debía estar muy buena porque no había manera de que embarcasen de nuevo.

A la vuelta, cambió el viento, del sur al norte, y con el cambio de viento, vino el chubasco cuando casi estábamos llegando a Puertochico y hubo que sacar la ropa de aguas. Al chico lo metimos en la cabina, menos mal que Álvaro me había puesto un médico fuerte.






jueves, 15 de septiembre de 2016

Tormenta

Ya estamos en 15 de septiembre y tenemos aquí la primera tormenta seria del otoño.

Justo enfrente de la costa tenemos una borrasca con un frente ocluido (el frente cálido ha sido alcanzado por un frente frío más rápido).
Las previsiones para esta tarde dan rachas de fuerza 10 (55 nudos) del oeste, olas de 4 m y de lluvia, 10 litros por m2. En Cantabria es fiesta regional, la Bien Aparecida, una tarde ideal para quedarse en casa viendo una peli o adelantando trabajo con el ordenador.


Fuimos con el coche un rato al faro de Cabo Mayor, a asomarnos a la barandilla que cambiamos hace unos años, y que tiene la propiedad de silvar con el viento oeste, para ver las olas. Para mi es inevitable imaginarme por un rato, con el barco allí en medio, corriendo el temporal y pensando como me las apañaría.

El parte de windfinder.

Si os fijáis podéis ver la B, que según el mapa del tiempo está allí enfrente.

Cabo Mayor y algunas crestas de ola rompiendo.

martes, 6 de septiembre de 2016

Islas de San Juan. Domingo

Pues si, hemos repetido en las islas de San Juan, como el sábado daba la marea para estar por la tarde, el domingo, con la pleamar 20 minutos más tarde y un poco más de coeficiente,  también hacíamos calado. Además, las chicas estaban un poco envidiosillas de la excursión de ayer.
Salimos después de comer,  también a vela, con el viento y la corriente a favor. 
Ignacio pasando entre las dos boyas 14.
Para hacer un poco más de tiempo hasta las 18:00 que ya tendría calado, avanzamos un poco por la Ría de Astillero y nos dimos la vuelta pasada las isla de Pedrosa. En esta isla, de las más grandes de Cantabria, actualmente unida a tierra por un puente, se construyó un lazareto en 1869 para mantener en cuarentena a las tripulaciones de buques afectadas por enfermedades tropicales. Más tarde ha sido utilizado como hospital y actualmente, como centro para drogodependientes. En la foto se ve el embarcadero y un edificio pequeño con un cartel que pone "teatro" en su hastial.

La isla de Pedrosa. Un antiguo lazareto.
Esta vez teníamos el bote y antes de desembarcar en la Campanuca,  fuimos remando como los indios (Mar en una banda y yo en la otra, subidos al flotador) y dimos la vuelta a Peña Rabiosa donde no intentamos desembarcar,  lo dejaremos para otro día. 
Después de volver a ver la Campanuca, donde ya no quedaban moras porque nos las comimos todas ayer, desembarcamos en la Isla Tercera y no conseguimos pasar de la orilla debido a lo tupido de la vegetación.

Mar en la Isla Tercera. Al fondo la Peña Rabiosa a la que rodeamos en el bote.
Ya en el barco nos bañamos, tomamos un café calentito y al igual que ayer, antes de arriesgarnos a pasar la noche tumbados en el fango de la ría, volvimos a motor a Santander con la puesta de sol.

La Campanuca desde Peña Rabiosa.
El Savreh fondeado.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Islas de San Juan. Sábado

Este sábado el Savreh ha participado en la actividad Carpe Diem que como sabéis se trata de que niños del aula hospitalaria de Valdecilla, fundamentalmente con tratamientos oncológicos, salgan algunas tarde a dar una vuelta en un barco de vela para distraerse, al menos unas horas de sus duras enfermedades.
En cada barco, al menos embarcan un médico, el capitán o dueño del barco y los niños que quepan según la capacidad máxima del barco. 

Como esta haciendo muy bueno, por la mañana antes de comer en casa,  salimos a darnos un cole rápido y tomar el aperitivo, con Mar y los niños, a los arenales.

Los arenales, con la marea subiendo y las gaviotas apurando los últimos metros de playa.

Por las tarde, ya dentro de la actividad, salimos a vela con viento Norte y rumbo a las islas de San Juan, concretamente a la isla de la Campanuca que es la más grande de las tres.

Además de los dos niños que suelen venir, se apuntaron una hija de la médico e Ignacio, así que éramos seis, la capacidad legal máxima del Savreh, que nunca había probado, pero lo pasamos realmente bien.

Por las mareas que  tenemos estos días, ya me imaginaba que Álvaro quería ir a la Campanuca. Yo lo tengo calculado de otros años y el Savreh, con 1,25m de calado, puede acceder a estas islas cuando la curva de marea marca una altura de más de 4,10m.
La única obsesión de los niños era bañarse, así que antes de que la Cruz Roja viniese con una zodiac a desembarcarnos, se bañaron tanto tiempo que casi no les da tiempo a merendar.

Chistes en la proa.
El Corto Maltés
Ya en la isla, estuvieron cogiendo moras y explorando la isla. No subimos a la peña porque éramos pocos adultos para formar una cadena y ayudar a los niños a escalar. Desde arriba, se ve la otra isla, que es más pequeña,  Peña Rabiosa. Hay una tercera isla, más baja y pegada a tierra, que investigando en Internet he averiguado que simplemente se llama Isla Tercera.

La isla de la Campanuca.
Antes de que viniese de nuevo la zodiac a buscarnos, se bañaron de nuevo desde la isla y luego,  cuando llegamos al barco, se ve que no habían tenido suficiente,  se bañaron otra vez.

A la vuelta, a motor y anocheciendo, se echaron los cuatro niños, en la cubierta,  en la proa a contar chistes. El barco iba tan hundido de proa que la médico y yo ibamos subidos al borde le la popa para equilibrar el barco.
El Billy Budd y el Corto Maltés

sábado, 3 de septiembre de 2016

Mar de Liguria Ep.7 Cannes - isla de Santa Margarita

2,00 millas
1h 06 min.
Avg speed: 1,8 knots

Casi no se puede considerar una etapa, simplemente, desde Cannes fuimos a explorar las islas que están enfrente, la isla de Santa Margarita, y la de San Honorato, sin nada previsto, en principio pensamos ir a la de San Honorato, que tiene embarcadero, pero luego descubrimos que la de Santa Margarita tiene un pequeño embarcadero para un tiempo máximo de 6h y que como era temporada baja, nos pudimos quedar toda la noche.

También visitamos la celda donde estuvo prisionero el famoso "hombre de la máscara de hierro".

Nuestro pacífico y tranquilo "pasillo de hotel".