miércoles, 28 de junio de 2017

Centro Botín

El viernes fue el último día de colegio de los niños y se inauguraba del Centro Botín, en Santander. Por la mañana estuvieron los Reyes de España para la inauguracion y por la noche, había un espectáculo de luces en la fachada. Dentro del espectáculo, estaban incluidos unos fuegos artificiales, que los tirarían, en torno a las 23:00.
Por la tarde estuvimos dando un paseo por los alrededores, y aunque no lo teníamos planeado, decidimos pasar por un bar, compramos unos pinchos de tortilla y cenar en el barco fondeados en frente del Centro Botín, para contemplar los fuegos en primera línea.



En el espigón daban unos globos muy grandes con helio y una luz dentro que deberíamos encender cuando empezase el espectáculo en tierra y así los barcos y los globos iluminados formaban parte del fondo del espectáculo. Estaba conectado a una batería que debía devolver a la vuelta. El globo nos lo podíamos quedar.
Salimos de Puertochico sobre las 22:30 y había una bajamar muy viva, tanto que pegamos con una piedra o muerto que no tenía controlada en la canal principal. No íbamos muy rápido y no parece que haya pasado nada.
Lo dicho, fondeamos y  cenamos mientras tiraban los fuegos, con el globo iluminado, volando por la popa, más o menos a la altura d las crucetas.



Sofía, que la noche anterior tubo la función de fin de curso de ballet, no podía más y se fue a dormir a la proa.


La risa fue lo que fardó Ignacio a la 01 de la mañana, cruzando la zona de copas de  Santander con un globo blanco de 1,20m de diámetro volando a la altura de la planta primera de los edificios. Para meterlo en casa tuvimos que abrir las dos hojas de la puerta del portal y de la puerta de casa.

martes, 27 de junio de 2017

Prueba de espi

Por fin he encontrado un espi de segunda mano que me puede servir. Es un espi redondo que pretendo utilizar como asimétrico. Me lo han dejado para probarlo y si me gusta lo compro. El otro día salí en solitario para ver que tal. Hacía muchísimo calor, 27 grados y viento del NNE fuerza 2-3. Salí ciñendo de la bahía de un sólo bordo y luego un último bordo amurado a estribor ya fuera de la bahía. Sin peligro de abordaje, amarré la caña y después de preparar un café, monté la maniobra y el espi en la proa. Abrí el rumbo y le izé.


Pintaba muy bien. Quizá un poco grande pero lo pienso sacar sólo con viento flojo. Trasluché y a orejas de burro vuela muchísimo. Al poco y entrando por la boca chica, cayó el viento. Un preludio de una pequeña virazón, pues cuando ya hemos recogido las velas y volvía a motor, salió el NW con un poco más de fuerza. Os dejo un pequeño vídeo.

miércoles, 21 de junio de 2017

La isla de la Torre

Este domingo, aunque todavía estaba de nordeste, esta vez sería más flojo, estaba anunciada fuerza 4-5.

Fuimos directamente a fondear a la Magdalena, más pegados a la isla de la Torre porque tenía previsto hinchar el bote e intentar desembarcar en la isla con los niños. 
Es una isla en el interior de la bahía, frente a la península de la Magdalena que se utiliza para escuela de vela, actualmente gestionada por el Gobierno de Cantabria. 



La mayor parte de la superficie de la isla está ocupada por un edificio de estilo racionalista (de los que hay varios ejemplos en Santander, como el Marítimo, el edificio Siboney, el meteorológico...). En la parte más alta del edificio hay comedores, oficinas y supongo que vestuarios. En la parte más baja, sobre la que hay una gran terraza, hay hangares para guardar barcos de vela lijera. A la isla se accede por una rampa bastante ancha que cuenta con una pequeña grúa.
En las bajamares de mareas vivas, se puede acceder a la isla andando desde la playa de la Magdalena. Entre la isla y la playa hay gran cantidad de rocas y agujas, peligrosas para la navegación.
Debido a estas rocas, hay que tener cuidado al fondear porque puedes perder el ancla, por lo que es recomendable fondear con orinque.


Como siempre, después de hacer deberes y cantidad de cosas en casa, llegamos tardísimo. También teníamos que llenar el depósito de gasolina y había cola en la gasolinera. A las 15:30, fondeamos con orinque, y enseguida comimos. Después de comer, hinché el bote, en la proa y mientras Mar se quedó en el barco desembarqué con los niños en la isla. 
No corráis que la rampa patina!, no corráis que la rampa patina!, no corráis que la rampa patina!.... Hasta que no se cayó uno no pararon... En fin, luego exploramos la isla y las instalaciones de la escuela de vela, que estaba cerrada a cal y canto. Los barcos de vela ligera estaban amarrados al suelo con vientos. Bajamos a la playa de guijarros que hay al norte de la isla y como la marea estaba baja, entramos en una cueva formada en la roca.
Estuvimos buscando opérculos, que por lo visto hay muchos en la isla, pero no vimos ninguno.



Después de bañarnos y merendar intentamos izar el ancla y estaba trabada en una roca, tiré del orinque y salió a la primera. Llegamos a vela a Puertochico a las 20:30.

martes, 20 de junio de 2017

Un Carpe Diem un poco accidentado

Distance:                 5.45 NM
Average Speed: 1.63 kts
Max Speed:         5.19 kts

Este sábado hemos salido con el grupo de Carpe Diem, esta vez con una enfermera y dos niños de 9 y 6 años, también se apuntó Ignacio. 
Durante toda la mañana, llevaba soplando un nordestazo fuerza 5-6. Cuando salimos a las 15:60 había fuerza 6. 
Nada más salir, nos aproamos e izamos la mayor con un rizo ya preparado. En cuanto nos dimos la vuelta para ir hacia Raos a encontrarnos con los otros barcos que participaban este día, trasluchamos. Aunque controlé la escota de la mayor con la mano y lo hicimos de forma suave, se rompió el puente del carro de la escota, así que inmediatamente, volvimos a aproarnos para arriar la mayor e ir con el génova.


Enseguida, a la altura del barrio pesquero, nos dimos la vuelta para ir a fondear a la playa de los Peligros, donde habíamos quedado. Como era previsible, con el génova parcialmente enrrollado, sin la mayor y con el nordestazo que pegaba, sobre todo al fondo de la bahía, no ceñíamos nada.

Los bordos que dábamos, simplemente nos mantenían en el sitio, pues el barco abatía lo mismo que avanzaba, y tampoco conseguía virar por la proa, por lo que tenía que trasluchar cada vez que quería virar y perdíamos barlovento. Faltaba un poco de potencia en la popa para equilibrar el barco, por lo que arranqué el motor y seguimos ciñendo y dando bordos, pero ya con el apoyo del motor.

Los bordos de ceñida, sólo con el génova y luego, con el génova y el motor.


Conseguimos llegar a la playa de los Peligros y ya allí, fondeamos. El niño pequeño que no sabía nadar pero era un osado, se puso el chaleco y se bañó. El otro chico no quiso bañarse. A las 20:00, después de merendar y explicar algunos nudos, a los que querían prestar atención, volvimos a Puertochico con el génova, ya con más calma, pero aún seguía el nordeste, que aunque había bajado un poco, en las estadísticas de windgurú marcaba fuerza 5.
Este martes he arreglado el carro. Para sustituir el puente, que tiene una distancia entre los dos tornillos de 3cm, he tenido que doblar en uno de 4cm en un tornillo de banco, pues no los fabrican de 3cm.

jueves, 15 de junio de 2017

Ejercicios de Salvamento Marítimo

Distance:            4.47 NM
Average Speed: 4.08 kts
Max Speed:    5.97 kts

Ayer por la tarde salimos Ignacio y yo a darnos un baño al puntal, aunque estaba nublado.
Cuando ibamos para el puntal, emitieron un aviso a navegantes por el canal 24 VHF porque a las 18:00 se iban a realizar maniobras de rescate con helicóptero frente a la playa de la Magdalena requerían a los barcos para que se mantuviesen alejados de la zona.

Así que para allá que fuimos nosotros.


Fondeamos a una distancia prudencial para bañarnos y mientras, contemplar las maniobras, del helicóptero de Salvamento Marítimo rescatando a un naufrago de una balsa salvavidas. Bajaban al rescatador del helicóptero y cogía al naufrago.



Nos bañamos rápido y por ahí apareció el Corto Maltés que también había oído el aviso por radio y venía a ver las maniobras.
Una vez secos y como había viento del oeste y poca ola nos fuimos a dar la vuelta a Mouro y entrar en la bahía ciñendo.
Llegamos a casa a las 20:30 cuando empezaba a chispear.
    



jueves, 8 de junio de 2017

Un ratito


Total Time:     1H 38M
Distance:           5.69 NM
Average Speed: 3.46 kts
Max Speed:    7.07 kts

La tarde de ayer, estábamos mi compañero Javi y yo en la oficina, un poco hasta los h... y encima con la tarde de nordeste bueno que hacía no se podía desaprovechar.

A las 18:30 salimos de Puertochico y casi no habíamos pasado la bocana, ya habíamos quitado el motor y navegábamos exclusivamente a vela, ciñendo para asomarnos afuera un ratito, que había ola corta de 1,5m y podía estar divertido.
Cuando llegamos fuera, iba cayendo el viento y tampoco teníamos mucho tiempo así que enseguida nos dimos la vuelta.
Bueno, un ratito inesperado entre semana que sabe a gloria.






lunes, 5 de junio de 2017

Carpe Diem 2017


Éste sábado he salido por primera vez este año con los niños de Carpe Diem. Esta vez embarcaron una niña y un niño de 11 y 13 años, también una enfermera. Como el plan inicial era ir a la isla de Mouro para ver la cría de las gaviotas, se apuntó Ignacio. 
A las 13:30 cuando quedamos, ya llovía, así que, hablando por radio con los demás barcos, decidimos esperar una hora dentro del barco. Yo traté de entretenerles explicando algo de navegación con el compás de marcaciones y las cartas de papel, pero la verdad es que estaban a sus conversaciones...


Cuando escampó un poco salimos y conseguimos navegar un ratín a vela pero al poco vimos venir por el oeste otro chubasco y decidimos meternos de nuevo en Puertochico. Lo de siempre, nada más entrar, paró de llover así que hasta que vinieron los padres a recoger a los niños estuvimos pescando cangrejos por los arcos del malecón.


domingo, 28 de mayo de 2017

La cola del motor y el tomavistas

Las verdad es que debería hacerlo más a menudo, al menos dos veces al año pero al final sólo lo hago una. Como la cola del motor está permanentemente sumergida, requiere de más mantenimiento Que un fueraborda normal.
Hoy he madrugado y a las 7:30 estaba en Puertochico para sacar el motor del agua, quitar las algas y el caracolillo y pintar la cola con patente específica. Fijaros si era pronto que me encontré con el que hace el blog del tomavistas y estuve un rato hablando con él. 



Lo más dificultoso, sobre todo si lo haces sólo, no es sacar el motor del pozo, pues pesará unos 25kg. Lo más difícil es trasladarlo por el barco, bajarse al finger y bajar el motor, todo ello sin dar la vuelta al motor para no descebar el carter, no golpear la cubierta o las luceras y que no se caiga al agua. La próxima vez voy a probar a hacerlo dentro de la bañera protegiendo todo con sábanas viejas.

Después de rascar con una espátula y limpiar con un scotch britte y fairy para quitar la grasilla, se deja secar, se encintan los ánodos de sacrificio y se pinta con el spray de patente.


A la misma hora en el mismo lugar se pueden sacar fotos de motores roñosos o fotos tan bonitas como esta (eltomavistas):


lunes, 15 de mayo de 2017

Segundo día de entrenamiento

Ayer hizo una tarde buenísima y salí con Ignacio a navegar un poco. Soplaba viento flojo del norte muy variable.  Fuimos al puntal muy despacito y volvimos. Esta vez con todo el trapo. Alguna virada y a casa a las 20:00. En el puntal seguía fondeada una  vieja motora holandesa que por lo menos lleva dos semanas allí. También vinos un bonito ketch inglés que entraba en la bahía. 
Esta motora holandesa, lleva al menos dos semanas fondeada en el puntal. Tiene la cubierta llena de cajas y bicis.

Tren de nubes

Ayer domingo fuimos a comer al puntal un par de horas pues teníamos que ir a un cumpleaños de una compañera de clase de Sofía, que se empeñan en celebrarlos los domingos por la tarde cuando mejor tiempo hace.

En el puntal, sin novedad. De momento pocos barcos, alguno bañándose entre gritos por lo fría del agua y mucho nordeste. 


Por el canal 16, cada dos horas lanzaban un aviso Pan Pan de un velero de 10m, casco negro y velas tostadas, de nombre Willow II, con un sólo tripulante que había salido de Portugal con destino Inglaterra el día 3 de mayo y no había noticias.



Pudimos ver un tren de pequeños cúmulos, de igual tamaño y separados, que a medida que arreciaba el nordeste se fue transformando en una sucesión de "eses".

lunes, 8 de mayo de 2017

Primeras clases de vela.

A ver si nos ponemos las pilas, con lo de aprender a navegar a vela...
Hemos apuntado a Ignacio a la escuela de vela para este verano y este domingo hemos salido a dar unas primeras clases para que no empiece tan verde. 

He tratado de transformar el Savreh en un optimist. Hemos navegado sólo con la mayor, hemos cogido el segundo rizo, para reducir la vela al máximo y hemos dejado el carro de la mayor en el centro. Tampoco he dejado a Ignacio que mordiese la escota, sino que la llevase en la mano, como en el optimist. 

Yo cuando dí las clases de vela en optimist en invierno, no entendía por que no se podía poner una mordaza en la escota de la mayor. Se te quedaban las manos azules, del frío.


Hacía un nordeste fuerza 4, para empezar, salimos de ceñida hacia la boca de la bahía, y con lo mal que ceñíamos, lo que perdíamos en las viradas, y la marea que subía, nos mantuvimos en el mismo sitio todo el rato. No conseguimos pasar de la boya 4. Luego estuvimos entrenando los vientos de través y de popa, haciendo algunas trasluchadas.


Por la tarde, recogimos a las chicas y nos fuimos a comer al puntal. El nordeste arreció un poco y se estaba bastante desagradable. Después de tres intentos de fondeo hasta que agarró el ancla, comimos dentro de la cabina, y luego volvimos a Santander, porque a las 17:00 era la presentación de Carpe Diem en Valdecilla.








sábado, 22 de abril de 2017

Ya estamos listos para el verano

Hoy por la tarde hemos salido Mar y yo a dar una vuelta solos. El barco ya está en perfecto son de mar, ya tengo las velas aparejadas, sólo me quedaba preparar los rizos de la mayor y ya está la instalación de la batería que en cuanto dibuje el esquema cuelgo un post más específico.
Salimos ciñendo con nordeste por la canal pero hacia un poco más de viento del necesario para una primera salida y para no escorar mucho e intranquilizar a la tripulación decidimos ir a fondear al puntal y leer tranquilamente. Me he acabado Billy Budd, de Melville que lo tenía en el barco y lo leía a ratos desde hace casi dos años.
Volvimos de un través a toda pastilla a Puertochico y después de un manguerazo fuimos a buscar a los niños.

jueves, 20 de abril de 2017

Electricidad a bordo

Por fin tengo electricidad a bordo, este invierno me he puesto al día con la electricidad de 12V y he diseñado un circuito muy básico, que de momento permita alojar una batería para dar servicio a los instrumentos de navegación o seguridad que hasta ahora dependían de su propia batería. Lo que más miedo me daba hasta ahora en este sentido, era quedarme sin batería en el VHF o el plotter. Con el poco consumo que tienen estos aparatos, con la batería, y para las navegaciones que hago, ahora cuentan con energía casi infinita. 

De momento la batería, que es de coche y muy pequeña, de 45Ah/400A (la que puede tener un seat panda) debido al espacio destinado para ello bajo la mesa de cartas. La he amarrado con un viejo cinturón, anclado al doble casco interior. Se carga a la red de 220V con un cargador y mantenedor de baterías marino.No encuentro una caja estanca portabaterías que quepa en el poco espacio en el que se aloja, de momento la ha envuelto en unas bolsas de plástico para evitar salpicaduras del depósito de agua que está al lado.



Después de la batería conectada he colocado un interruptor general de corte tipo clavija, después, siempre en el cable positivo, un fusible de 10A para dar protección.


Para controlar permanentemente la carga de la batería, he colocado un voltímetro digital, en un lugar alejado del depósito y a la vista. Un voltímetro no es un porcentaje de la carga de la batería, como la de un teléfono móvil, da una indicación numérica de la tensión de la batería, que para las de plomo ácido, debe dar los siguientes voltios:

- Voltaje de carga = 14,8 V
- Voltaje de mantenimiento = 13,8 V
- Voltaje batería cargada al 100 % =12,8 V
- Voltaje batería cargada al 50 % =12,2 V

- Voltaje batería cargada al 0 % =11,6 V

Si una batería recién cargada mide menos de 12,2 voltios, está estropeada y hay que reemplazarla.

El voltímetro, durante la carga de la batería.

Del voltímetro, van los cables por debajo de la mesa de cartas por un "macarrón" colocado al efecto por el astillero, el cable pasa desnudo por la sentina y sube por otro "macarrón" empotrado en la cajera de la orza, hasta la base del palo donde se supone que va el cuadro eléctrico.

El interruptor, el cargador, la batería amarrada, bajo la bandeja de la mesa de cartas.

Como de momento no tengo cuadro eléctrico, los cables van directamente por el techo, por otro "macarrón" oculto en el doble casco, hasta detrás del armario encima de la mesa de cartas. Debajo de este armario he colocado una base de 3 enchufes tipo "mechero" de 12V y una toma USB.
Durante la instalación de este sistema, he aprendido que con corriente continua no se pueden mezclar los polos como en corriente alterna. En cada aparato el positivo (cable azul o negro con rayas) siempre debe ir conectado al positivo y el negativo (cable marrón o negro entero) debe ir conectado al negativo, so pena de cargarte el aparato. En los enchufes tipo mechero, el "pincho" del extremo es el positivo y los dos conectores laterales es el negativo. 

Enchufes de 12V y toma USB

Aspecto final de la instalación durante la carga, con el cable que sale de la mesa de cartas.

Esta instalación tan sencilla, es susceptible de complicarse hasta el infinito. Como sistemas de carga de energía, además del cargador, se puede complementar con un panel solar, y/o un alternador al fueraborda. Para gastar esa energía, puedes añadir todo tipo de "lujos", que yo creo que por preferencias irían en este orden: iluminación nocturna del compás, luces de navegación y fondeo, iluminación interior de la cabina, Mar ya me ha pedido una nevera...





domingo, 9 de abril de 2017

Madrugones

Este sábado y este domingo he bajado al barco a las ocho de la mañana para hacer la instalación eléctrica del barco que detallaré en otro post. A mi no me importa madrugar y así a media mañana ya podía ocuparme de la tareas familiares. 


De momento he pasado los cables por los tubos preparados al efecto, que vienen de serie en el barco y he colocado una batería, simplemente para conectar un bloque de tres tomas de 12V tipo mechero y una toma USB. Por seguridad, he puesto un fusible de 3A que de momento hace también de llave de corte.



Estoy pendiente de recibir una compra por Internet con la llave de corte y un cargador de baterías.
Hoy me sobró tiempo por la mañana y después de ordenar el interior, limpié la cubierta y la línea de flotación que ya tiene bastantes algas.
Por la tarde, hemos salido a comer fondeados en el páramo. Una  suave fuerza 2 del norte amenazaba con meter en la bahía la niebla que se cernía sobre la ciudad  y toda la franja costera. Pero en el centro de la bahía lucía el sol y se estaba muy bien.
Comimos en la bañera y a la hora de merendar volvimos a Puertochico. Con la batería cargué el móvil. Por lo menos ya no tengo que depender de la batería que tenga cada dispositivo (especialmente la tablet, el ploter de los pobres).



domingo, 19 de marzo de 2017

Maniobras en la oscuridad

Este domingo, estábamos aburridos en casa y me bajé un rato con Ignacio a poner el motor en marcha un rato, estaba anocheciendo y estaba la mar como un plato, sin una gota de viento.

Salimos con las luces de navegación puestas, de paso para comprobar la carga de las pilas, simplemente a dar una vuelta, pero se me ocurrió que era un buen día para entrenar la maniobra de hombre al agua por primera vez. 
Cuando estábamos sobre el páramo, pues estaba la marea alta, amarré la caña y me fui a la proa con Ignacio, cogí una boya que tengo en el pozo de fondeo y le dije a Ignacio: 

- ¿Ves esta boya?
- Imagínate que soy yo, que me caigo al agua... 

Acto seguido, tiré la boya al agua mientras el barco seguía su rumbo hacia Peñacabarga. Ignacio me miró ojiplático. Al principio no entendía nada. Se lo volví a repetir y le dije que sobre todo, no corriese por la cubierta y que no perdiese de vista la boya. Se fue a la caña, la desató y le fui dando instrucciones. El pobre, cada vez que se agachaba en la bañera a manejar el motor, no veía nada más y perdía el rumbo. Al final conseguimos rescatar a la boya con el bichero, bastante rápido, teniendo en cuenta que nunca había manejado el motor.


Ya estamos a punto de recoger al caído.
Lo repetimos dos veces más, y también arrojando la boya de luz, por si el que se cae al agua se cae de noche. Cada vez lo hizo mejor y controlaba mejor el motor, (al principio, por ejemplo, no sabía poner el punto muerto y paraba el motor, pero luego no lo podía volver a arrancar).

La cabeza del hombre al agua, con la baliza de luz. Todavía no hemos dado la vuelta.
Otro día tenemos que entrenarlo arrojando al agua el flotador de herradura y la rabiza, también para comprobar la vieja polémica de si es mejor atar la rabiza al barco o dejarla suelta. 
En teoría, si la rabiza está amarrada al barco, debe ser lo suficientemente larga y se debería desadujar sin trabarse, con la resistencia del flotador en el agua pero se crean dos obligaciones: 
- El barco debería dar la vuelta antes de que el cabo empiece a tirar del flotador y alejarlo del hombre en el agua. 
- El hombre al agua debería poder agarrar el flotador a tiempo y no perder el contacto con el barco.
Si no se cumplen estas dos condiciones, lo único que conseguiremos es dejar al caído sin flotador y sin contacto con el barco, para eso es mejor arrojar el flotador sin rabiza.
Regreso a Puertochico con el rescatado secándose en la cubierta. 

martes, 21 de febrero de 2017

Los Molinucos


Este domingo, a pesar del frío, pues aunque hacía bueno, teníamos unos 12 grados, convencí a la tripulación para pasar el día en el barco. Como no podemos desembarcar con los niños en ningún sitio porque el bote está deshinchado, decidí sacar las velas e ir navegando hasta la playa de los Molinucos para prolongar un poco el día . Es una playa muy pequeña, que con la pleamar casi desaparece, fuera de la bahía, en Cabo Menor, bajo el Golf de Mataleñas.



Es un buen fondeadero, fondo limpio de arena hacia el este de la playa, pero con lastras de piedra al oeste. Esta protegido del viento norte, no tanto del nordeste o noroeste, las olas son las de fuera de la bahía claro, como cuando fondeas en Mouro. 

Este día había 1,20 metros de altura de ola y poco viento del norte, llegamos ciñendo, de dos bordos y fondeamos a unos 100 metros de la playa, evidentemente estábamos solos, los únicos locos un 20 de febrero. Como era domingo, veíamos de cerca a los jugadores de golf haciendo los hoyos y la gente andando por el paseo de Mataleñas, que rodea el golf. Aunque estábamos abrigados, comimos en la bañera y después del café, volvimos de través y de popa, poco a poco a Santander. Entrando por la boca chica, entre Mouro y la Magdalena, largamos otra vez la "supercacea" para probar suerte, pero de nuevo si éxito.


Ya en Puertochico, desaparejamos el barco y en el pantalán doblamos las velas Ignacio y yo.

En total 7,8 millas a una media de 1,5 nudos, pero es que se me olvidó parar el gps mientras estábamos fondeados y me a bajado la media. En realidad andábamos a 2,5 - 3 nudos con el poquito viento que había.