Este sábado el Savreh ha salido de nuevo con el grupo de Carpe Diem. Eramos cinco barcos y a mi me tocaron de nuevo las dos niñas de 10 y 11 años que vinieron la otra vez, y un médico.
Estaban anunciadas lluvias y posibilidad de tormentas para las 20:00, soplaba N y NW flojo. Salimos de través y a un largo al encuentro de los barcos que bajaban de Marina del Cantábrico, y volvimos ciñendo. Álvaro había quedado en la punta del Puntal a las 17:30 con los chicos de la Cruz Roja y las motos de agua para pasear a los grumetes.
Fondeamos en "mitad del medio", en el extremo E de los sables en lugar de la punta del Puntal y cuando estábamos echando el ancla sonaban truenos y se veían los relámpagos por Camargo. Al poco se puso a diluviar. Pese a la lluvia, vinieron los socorristas de la Cruz Roja y se llevaron a las niñas a dar una vuelta en las zodiac. Se les había estropeado una moto de agua y necesitaban la otra para dar servicio a las playas.
Desembarcando a las chicas en medio del chaparrón.
El médico y yo nos quedamos merendando y tomando un café dentro, a resguardo de la lluvia. Al poco regresaron las niñas de dar botes en la zodiac y nos bañamos todos. Estábamos los cinco barcos fondeados y había pasado el chaparrón. Se había quedado una tarde estupenda, con el cielo azul y la atmósfera limpia.
La Cruz Roja devolviendo grumetes, cada uno a su barco.
Unos cuantos (demasiados) se subieron en un bote auxiliar a remar, otros iban a remolque, al final con tanto peso, se les llevó la corriente y no eran capaces de volver. El Corto Maltés tuvo que ir al rescate. Nosotros nos quedamos en el barco aprendiendo nudos y entrenando como ir a la proa recorriendo la línea de vida con el arnés puesto.
Fondeo en el sable más al E del páramo. Los sables tienen menos profundidad y en la foto aérea se ve la arena más limpia.
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