lunes, 8 de junio de 2015

Un fondeadero privilegiado

Este domingo, windfinder nos tenía programado 15 nudos de nordeste y día soleado así que preparamos la comida y nos fuimos a pasar el día al barco.

El bote todavía está en su refugio invernal así que no podríamos bajar a tierra como quería Ignacio. Por no fondear en el Puntal, que ya habrá ocasiones de sobra en verano, decidimos ir a la playa de los Peligros, frente al Balneario, un poco resguardados del nordeste. Antes de salir de Puertochico, llenamos uno de los depósitos de gasolina.

Este pesquero gallego, con velas de huevo frito, lleva unos días en Santander.
Fondeamos con orinque, a unos 20 metros de los flotadores que delimitan la zona de baño, al lado de un Bavaria de 34 pies asturiano que iba en solitario de crucero.

La playa de los Peligros empieza a ganar ambiente estival.

Comimos en la bañera. Después de comer, mientras Mar tomaba el sol, los niños y yo jugamos unas partidas a los "piratas", un juego de cartas que le ha traído el Ratoncito Pérez a Ignacio.
Sofía dando un repaso a Ignacio.
Más tarde, Ignacio y yo decidimos bañarnos, la verdad es que el agua estaba fría y al primer intento, decidí no meterme. A la segunda fue la vencida, pero un cole rápido y afuera. Ignacio estuvo media hora subiendo y bajando por la escalerilla pero al final no se bañó.

El nordeste había bajado un poco, a las 19:30 levantamos el ancla y volvimos a vela a Puertochico, hasta el mismo amarre.

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