lunes, 8 de mayo de 2017

Primeras clases de vela.

A ver si nos ponemos las pilas, con lo de aprender a navegar a vela...
Hemos apuntado a Ignacio a la escuela de vela para este verano y este domingo hemos salido a dar unas primeras clases para que no empiece tan verde. 

He tratado de transformar el Savreh en un optimist. Hemos navegado sólo con la mayor, hemos cogido el segundo rizo, para reducir la vela al máximo y hemos dejado el carro de la mayor en el centro. Tampoco he dejado a Ignacio que mordiese la escota, sino que la llevase en la mano, como en el optimist. 

Yo cuando dí las clases de vela en optimist en invierno, no entendía por que no se podía poner una mordaza en la escota de la mayor. Se te quedaban las manos azules, del frío.


Hacía un nordeste fuerza 4, para empezar, salimos de ceñida hacia la boca de la bahía, y con lo mal que ceñíamos, lo que perdíamos en las viradas, y la marea que subía, nos mantuvimos en el mismo sitio todo el rato. No conseguimos pasar de la boya 4. Luego estuvimos entrenando los vientos de través y de popa, haciendo algunas trasluchadas.


Por la tarde, recogimos a las chicas y nos fuimos a comer al puntal. El nordeste arreció un poco y se estaba bastante desagradable. Después de tres intentos de fondeo hasta que agarró el ancla, comimos dentro de la cabina, y luego volvimos a Santander, porque a las 17:00 era la presentación de Carpe Diem en Valdecilla.








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