miércoles, 2 de julio de 2014

Intento fallido

El domingo teníamos planeado volver a Santander, el pronóstico ha empeorado, por la mañana hay vientos del W de 18-20 nudos y ola del NW de 2m. Por la tarde, a partir de las 15:00 irá cayendo el viento y la ola muy poco a poco. Para el lunes en cambio dan nordestes suaves y poca ola. Lo mejor para volver.

No sabemos que vamos a hacer, si intentarlo hoy o dejarlo para mañana, de momento, nos vamos a desayunar y a dar una vuelta, el día está soleado y paseando por Laredo parece que hace muy buen día. Vemos el mercadillo, la parte antigua, la puerta de Bilbao, el Convento de las Trinitarias, el viejo hospital y la Casa Torre de Cachupín. También descubrimos en la calle, una máquina expendedora, de esas que tienen unas espirales que te sacan el producto que elijas, que lo mismo tenía cebo vivo (gusanas para pescar) que "peta-zetas", que caramelos en bolsas compradas al peso en otro sitio. Imaginaros que un niño se equivoca de número al elegir los "peta-zetas". 

Acabamos el paseo asomándonos al malecón del nuevo puerto. Se ve que fuera sigue pegando fuerte y "borreguillos" a lo lejos.

A las 12:30, que es la bajamar, me baño y buceo en el puerto intentando recuperar el manómetro y la válvula del bote que se fueron ayer al agua. El fondo está a unos 3,5m y a pesar de que al primer intento bajo bien y me quedo un buen rato abajo buscando, no encuentro nada y tengo que volver a bajar. Cada intento me cuesta más y aguanto menos tiempo. A la quinta vez me doy por vencido. Tendré que "bucear" por internet a ver si tengo más éxito.

El viento sigue sin caer, así que nos damos otro paseo y tomar una caña y volvemos al barco a comer. Decidimos que vamos a intentar salir. Se supone que el viento irá cayendo durante la tarde y la ola va a ir a menos.

Salimos a las 15:00 con el barco, a motor, de ceñir ni hablamos. Nos vamos directamente a la protección del Buciero y vamos pegadísimos a las piedras para evitar el W. Cuando asomamos la nariz afuera, no hemos visto todavía el faro del Pescador, la ola es muy alta y pega mucho viento, el motor no da para más y andamos a unos dos nudos. Si seguimos así, podemos tardar un montón en llegar a Santander con la ola y el viento en contra y como en una coctelera, así que con mucho cuidado nos damos la vuelta. A las 16:00 ya estamos otra vez en el puerto. Esta vez atraqué con más cuidado, en el mismo sitio.


Registramos la estancia del barco un día más en el puerto, con el mismo tío que ayer y nos vamos a la estación de autobuses. A las 18:30 llegamos a Santander. Mañana habrá que volver a Laredo a traer el barco. Ya estamos otra vez intentando encajar la agenda. 

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